Graciela Otero FernÁndez, Neuropsicóloga
Neuropsicóloga: me dedico a la intervención terapéutica para prevenir o atender al deterioro cognitivo, a la evaluación neuropsicológica, y a la evaluación de inteligencia y detección de Altas Capacidades .
Colegiada M-27621 y habilitada para ejercer como Psicóloga sanitaria.
Estudié Psicología en la Universidad Autónoma de Madrid y cursé el Máster en Neuropsicología Cognitiva en la Universidad Complutense. Desde entonces, he continuado mi formación para comprender cada vez mejor la naturaleza de las dificultades cognitivas, conductuales y emocionales de las personas con enfermedades neurodegenerativas y/o daño cerebral con el fin de aportar ese conocimiento y mi experiencia a la mejora en las condiciones de vida de las personas afectadas directamente, de sus familiares y otros cuidadores
Te proponemos un plan de intervención neuropsicológica a tu medida para estimular las capacidades cognitivas que te permitan vivir mejor.
La gran esperanza del ser humano frente al daño cerebral y las enfermedades neurodegenerativas es la plasticidad de nuestro cerebro: su capacidad de reemplazar a las zonas dañadas con la actividad de otras, su capacidad de generar nuevas sinapsis con el aprendizaje y la práctica. El aprendizaje cotidiano también se produce por esa plasticidad.
Reaccionamos emocionalmente a gran parte de lo que acontece fuera y/o dentro, estamos vivos. Las emociones condicionan nuestras decisiones, nuestro pensamiento y sin duda alguna nuestra conducta. La educación emocional es fundamental, pregúntanos y te ayudaremos.
Para actuar necesitamos entender como funcionan las cosas: la evaluación neuropsicológica tiene la finalidad de comprender y medir como funcionan las competencias cognitivas y también analizar cual es la capacidad funcional de las personas evaluadas. Es el punto de partida de cualquier intervención.
Integro los métodos de la Psicología Cognitiva y la Neuropsicología con conocimientos neurocientíficos y psicología de las emociones para llevar a cabo la evaluación de las capacidades mentales y funcionales del paciente.
En función de los resultados obtenidos elaboro un informe personalizado y una propuesta de intervención neuropsicológica y funcional. También abordo el tratamiento emocional-conductual de la persona afectada y/o de sus familiares.
La estimulación cognitiva se enfoca en apoyar al paciente a preservar, rehabilitar, o compensar sus capacidades mentales para que pueda llevar a cabo funciones cotidianas de manera autónoma. Con este propósito trabajamos en áreas tales como orientación, atención, memoria, funciones ejecutivas y lenguaje. Es importante también atender a los aspectos emocionales y motivacionales.
Los acontecimientos, las vivencias, generan emociones, las emociones son señales útiles que nos indican cosas acerca de nuestro estado, y pretenden «movernos» para modificarlo, así por ejemplo la irritabilidad con nuestro familiar -que manifestamos algunos cuando cuidamos- puede estar indicando que tenemos miedo por él/ella, por nosotros mismos y lo que nos depara el futuro,
Cuando aparecen los primeros signos de una enfermedad neurodegenerativa o tal vez cuando nos llega el diagnóstico comienza el duelo, desde esos primeros momentos la evolución por ese camino será compleja y nunca igual para unas personas que para otras, ya que tampoco las vivencias a las que nos enfrentemos ni los recursos de que
Desde 2012 trabajando con demencias u otras enfermedades que cursan con deterioro cognitivo, en un principio me dedicaba especialmente a la evaluación y a la estimulación de las capacidades cognitivas de la persona afectada, pero con el tiempo empecé a enfrentarme a las necesidades emocionales de la persona afectada y de sus familiares. Tener un