Plasticidad cerebral: Cada ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro

¿Qué diría hoy Don Santiago Ramón y Cajal si pudiera ver que la ciencia confirma esta sentencia?

Desde la Neuropsicología se encuentran constantemente evidencias a favor de ello:

Efectos de la meditación en la estructura del cerebro. Numerosos estudios, avalados con resultados obtenidos en neuroimagen constatan  que unas pocas semanas de meditación tienen efectos sobre la estructura del cerebro, así lo manifiesta Richard Davidson de la Universidad de Wisconsin-Madison o  el equipo del Hospital General de Massachussets (Sara Lazar y otros) que encontraron cambios en las regiones cerebrales relacionadas con la memoria, la autoconciencia, la empatía y el estrés, y mayor grosor de la corteza cerebral en áreas asociadas con la atención y la integración emocional.

El equipo de la Universidad de Yale realizó resonancias magnéticas a experimentados y novatos en la meditación descubriendo que los individuos experimentados mostraban una disminución de la actividad en las áreas del cerebro implicadas en los despistes y trastornos como el déficit de atención, ansiedad y el trastorno de hiperactividad, e incluso la acumulación de placas beta-amiloide en la enfermedad de Alzheimer.

Estudios como los de la programación neurolingüística que muestran que

Efectos de la estimulación sensorial. La estimulación sensorial repetida logra que los neurotransmisores  se liberen en forma considerable, como respuesta a cambios en las concentraciones de iones que se encuentran dentro y fuera de la célula. Sin embargo, aunque la repetición es fundamental para el aprendizaje, este debe de ser novedoso y producir una excitación rápida, ya que cuando un estímulo se repite constantemente, genera excitaciones lentas y la respuesta neuronal desaparece en forma gradual, produciéndose lo que se conoce como habituación.

Efectos de la formación musical en nuestro cerebro. Aprender a tocar un instrumento es una tarea muy compleja que implica la interacción de varias  funciones cognitivas de orden superior y que resulta en cambios de comportamiento, estructurales y funcionales. Los primeros trabajos comparaban a expertos musicales y novatos, actualmente hay numerosos estudios de entrenamiento controlados que proporcionan evidencia de los efectos del entrenamiento sobre nuestro cerebro.

Efectos del ejercicio físico sobre nuestro cerebro. La estimulación intelectual , la participación cognitiva y social Tramadol , la nutrición , y varios tipos de ejercicio parecen reducir el riesgo de trastornos asociados con la edad  tales como la enfermedad de Alzheimer (EA ) y la demencia vascular. Muchos estudios han sugerido que la promoción de la actividad física puede tener un efecto protector contra el deterioro cognitivo más tarde en la vida . La preparación física influye en un amplio rango de procesos cognitivos , y el mayor impacto positivo observado es que las funciones ejecutivas del lóbulo frontal . Los estudios demuestran que el ejercicio mejora las funciones cognitivas adicionales, tales como las tareas mediadas por el hipocampo, el ejercicio afecta a la neurogénesis. También puede regular la proteína β amiloide ( Aß ) por aumento del aclaramiento a través del plexo coroideo . Además de las neuronas, los astrocitos y microglias , unidades neurovasculares  pueden verse afectadas por el ejercicio.

Lo que si es cierto es que esculpir el propio cerebro no es tarea fácil, como no lo es esculpir nada que se precie -por su calidad-, es una labor que exige paciencia, persistencia y como bien sabemos los que nos dedicamos a trabajar con los seres humanos, o como indica la psicología, paciencia y persistencia dependen de la motivación, y la motivación depende de que tengamos expectativas de lograr algo multiplicado por la probabilidad que estimemos de que ese logro tenga lugar, esto es, podremos trabajar para modificar nuestro cerebro, nuestra mente, si esperamos tener éxito, y si estimamos que ese éxito es probable.

En nuestra cultura, donde nadie pondría en duda que hacer ejercicio físico es bueno para mantener el cuerpo en forma, ¿podemos poner en duda que ejercitar nuestro cerebro nos ayudará a mantenerlo en forma?; eso sí, es interesante tener en cuenta lo que señala el científico valenciano Alvaro Pascual-Leone: hay que ejercitarlo en aquello que no hacemos habitualmente, o lo que viene a ser igual: ejercitar capacidades que no utilizamos, para generar nuevas sinapsis, volviendo a la analogía con el cuerpo: de nada sirve solamente ejercitar el bíceps derecho para mantenerse en forma, el cuerpo es un todo y así lo es también el cerebro.

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